Archivo por meses: septiembre 2005

Inmensidad natural, selva y agua durante 4 días

A mitad de camino, llegando a Santarem, pudimos admirar el encuentro de las aguas de los ríos Tapajos y del Solimoes en el cual navegábamos. Debido al pH y a la diferente temperatura de las aguas, estos ríos no se mezclan, por lo tanto se puede observar perfectamente de un lado el color marrón del río Solimoes y del otro el color azul marino del río Tapajos. Del mismo modo, percibimos los populares delfines rosados de agua dulce.

El barco hizo una parada de 8 horas en Santarem por lo que Sylvain aprovechó para dar una vuelta en Alter do Chao, la playa más bella de la amazonía brasilera. De hecho, es necesario recordar que te encuentras en el borde de un río para no creer que reposas sobre la arena fina e inmaculada del mar. Además, como el río Amazonas es gigantesco no permite distinguir la costa. Esto fortalece la impresión de que estás en el mar. ¡Impresionante! Puesta de sol sobre el Amazonas

Descenso en el “río mar” Amazonas

1600 Km. en el río Amazonas. ¡Colosal! Agua y jungla. Descubrimos el término virgen.

Es la primera vez que atravesamos una superficie tan gigantesca, misteriosa y oculta. Una sensación extraña nos invadió, te sientes inquieto ante la idea de penetrar la inmensidad del Amazonas. Das 4 pasos y miras alrededor de ti y no sabes más por donde viniste ni por donde salir. Es en ese entonces que recuerdas la grandeza de la selva. ¡No podrás salir sólo!

Centenas de riberas nos dieron esta impresión de infinito a través de nuestro periplo, como una especie de laberinto en el cual la salida te lleva a otro lugar infinito: el Océano atlántico! . Familia en el río Amazonas

Puesta de sol sobre el Amazonas

Anécdota sobre la justicia brasilera y los países pobres en general

El palacio de justicia en Manaus demuestra que la ley en los países pobres es pura letra muerta y esto principalmente a causa de la falta de valores en los hombres que gobiernan.

La anécdota es la siguiente: sobre el frontón del palacio de justicia reside la estatua de Themis una de las seis deidades, personificación de la Justicia y de la autoridad divina. Normalmente Themis es representada con los ojos vendados para mostrar su imparcialidad y sujeta los emblemas de la justicia: una balanza equilibrada y una espada.

En este caso, Themis es representada con los ojos no vendados y la balanza inclinada del lado derecho. ¡Qué triste constatación! Simboliza bastante bien la injusticia en Latinoamérica. Palacio de justicia de Manaus

Entrada a Brasil por la puerta grande: El Amazonas, Manaus y Junior

Entramos en el inmenso territorio de Brasil por el norte y poco a poco penetramos en su famosa selva virgen: El Amazonas.

En Manaus, Júnior nos esperaba. El vino a buscarnos en el Terminal de buses y luego pasamos el día juntos. Rápidamente pudimos constatar su generosidad y amabilidad. Carrera de militar, filósofo y hombre cultivado, decididamente Júnior nos sorprendió con su sabiduría, es de personas como esta que nuestra sociedad actual necesita. El mismo admite que es una excepción en la armada brasileña. Junto con él visitamos no solamente las atracciones locales como el zoológico, el magnifico teatro-opera en el cual asistimos a un concierto de música popular brasilera, el parque de la ciencia y los hangares sobre el rió Negro, sino también nos permitió compartir la vida cotidiana con su familia. Pasamos mucho tiempo conversando sobre todo y nada con Júnior y su esposa Deborah.

Sin darnos cuenta, descubrimos la maravillosa hospitalidad brasileña. Durante todo nuestro viaje en Brasil, nos hemos hospedado en casa del habitante, sean pobres o acomodados, siempre nos recibieron con los brazos abiertos como si fuésemos ministros. Estos simples detalles nos conmueven en el fondo del corazón ya que son para nosotros auténticas enseñanzas de vida. A la izquierda, Júnior, militar y filósofo en uniforme de trabajo delante de su biblioteca llena de obras filosóficas

A la derecha, la encantadora y acogedora esposa de Júnior, Déborah

Los Roques, simbiosis entre la naturaleza y el hombre

La mejor cosa que el hombre ha hecho es declarar un lugar en parque natural. Los Roques fue declarado parque nacional en 1972 y desde ese año están restringidos la construcción de nuevas viviendas o la compra de terrenos. Existen solamente cuatro escuelas de buceo, esa es la razón por la que durante trece inmersiones nunca nos cruzamos con otros buceadores bajo el agua. Los fondos marinos son vírgenes y salvajes. Que bello ejemplo de preservación de la naturaleza submarina y que placer para nosotros de poder admirar este medio intocable. Vista desde el faro

Pescadores durante la puesta del sol en el centro de buceo

Burbuja de aire en el Archipiélago de Los Roques

Nos dijimos que sería nuestro último regalo durante nuestro viaje. Este se llama Archipiélago de “Los Roques”, situado a 160 km. de la costa de Venezuela en el mar del Caribe, está compuesto de 290 islas. No es necesario decir que fuimos allá para bucear puesto que esta isla fue declarada Parque Nacional en 1972, lo que le permitió permanecer virgen en término de desarrollo humano y convencional. Se prohiben los autos, motos y carreteras, el mejor medio de desplazarse es a pie y entre las islas en barco.

Sus fondos marinos son únicos en su género, por la primera desde nuestra partida hemos acampado en carpa sobre la playa. Dejamos detrás de nosotros, innombrables burbujas de oxigeno ya que nos inmergimos durante 13 veces en 4 días. Sin comentarios

Caracas, capital hospitalaria y templada

En Caracas nos esperaba nuestra primera experiencia “en casa del habitante”. Rohiman y dulce nos acogieron en su hogar cordialmente. Nos dimos cita en una de las paradas del metro y después fuimos juntos a su casa. Fue durante la pausa del mediodía. Ellos viven en un gran inmueble de estilo HLM (vivienda de alquiler moderado) enfrente de la estación de metro. Luego nos mostró la habitación en la cual íbamos a dormir y nos dedicó unos minutos con la finalidad de conocernos mejor.

Después de más de una hora de plática, nos entregó el doble de las llaves de su apartamento y nos dijo que estábamos en nuestra casa y regresó a trabajar. ¡Qué confianza! En la noche, nos presentó a Dulce, su novia. Desde ahí, pasamos días agradables en su compañía. Dulce nos preparó platos locales: “arepas” saladas y dulces con anís, una delicia y Roy nos orientó de una manera completa a propósito de las inquietudes que teníamos. El tiempo pasaba sin darnos cuanta hablando de todo y nada. Fue muy enriquecedor. ¡Qué bella primera experiencia en casa del habitante!!

Dos días después llegaron a casa de Roy una pareja de poloneses que terminaban un año de vuelta alrededor del mundo. Ahí también conversamos mucho e intercambiamos opiniones sabias y profundas.

Recorrimos la ciudad entera, cerca del parque central existe una arquitectura de los años 70 bastante grotesca pero que quizás representaba la exclusividad de la época por el estilo de su construcción. El clima es agradable, esa es la razón por la cual la llamamos la capital “templada”, también se le llama la ciudad del verano eterno. Todo el año hace entre 20 y 30 grados centígrados y es seco debido a su situación a unos 1000 metros.

Se puede apreciar en todas partes eslóganes en favor de la revolución bolivariana que dirige el gobierno del presiente Hugo Chavez. Sin embargo, las intervenciones televisadas muestran un populismo barato y poco pertinente. Mucho bla-bla-bla.

Otro hecho que nos llamó la atención: el metro. Es la segunda vez que nos encontramos en un metro limpio, nadie come, no hay desperdicios en el suelo, no tiene mendigos, ni vagabundos, ni vendedores ambulantes, ni artistas de la calle. Lo único que persiste todavía son los rateros, pero con un poco de precaución son fáciles de evitar. De izquierda a derecha, de arriba hacia abajo: Mateusz, Dulce, Sylvain, Roy, Ewa, Monica

Propulsados en menos de una hora a más de 4700 m. de altitud

Imagínense, pasar de 1639 a 4763 metros en una hora y sin esfuerzo, pero antes de eso, tuvimos que llegar primero a los Andes venezolanos.

Nuestra llegada en Venezuela fue mas que todo cómica, mismo triste. Después de haber pasado la frontera, tuvimos que aguantar más de 10 controles de policía y militares con la finalidad de controlar la inmigración clandestina de Colombia. Lo que nos sorprendió es que solamente una persona bajó del bus para que su pasaporte sea sellado, todos los demás colombianos se quedaron en el bus. Pensamos que ellos no tenían necesidad como se trata de países vecinos. ¡Pues no! Lo que siguió después fue algo nuevo. Nuevo desde el punto de vista de la corrupción. A cada control, teníamos que presentar nuestros pasaportes, y cuando les tocaba a los colombianos, no hubo ni uno que tuviera sus papeles en regla. En un momento más o menos discreto, el chofer del bus entregaba una propina al funcionario corrupto. En 10 controles, 6 autoridades recibieron dinero para pasar por alto la inmigración ilegal de ciertos colombianos. Nos enteramos al final del viaje que su pasaje les había costado tres veces más que el nuestro. ¡La propina obliga!

Para nosotros que estábamos en regla, fue más que todo desagradable puesto que al final los controles eran “pura pantalla”. Lo peor fue cuando un policía nos hizo bajar del bus para un control mientras caía la noche. En un calor tropical e insoportable todas las personas fuimos atacadas y “devoradas” por los jejenes (mosquitos) los cuales procuran horrorosas e insoportables picaduras durante más de dos días.

Después de este lamentable hecho, volvamos al tema de la ascensión a 4763 m. Esta proeza es posible gracias al teleférico que conecta la ciudad de Mérida con el pico “Espejo”. El espectáculo es sorprendente, se sienten sensaciones indescriptibles, un vientillo que te silba y te congela las orejas. A esta altura, el oxigeno se vuelve escaso te quema la traquea. Uno se siente vivo.

De Mérida nos fuimos para Caracas donde nos esperaba nuestro primer anfitrión del club Internet “Hospitalityclub” (www.hospitalityclub.org) Panorama desde la cima a 4763 m. Se puede distinguir la ciudad de Mérida a unos 3124 m. mas abajo.

Vendedora de jugo de naranja fresca en la “Calle Bolivar”