Propulsados en menos de una hora a más de 4700 m. de altitud

Imagínense, pasar de 1639 a 4763 metros en una hora y sin esfuerzo, pero antes de eso, tuvimos que llegar primero a los Andes venezolanos.

Nuestra llegada en Venezuela fue mas que todo cómica, mismo triste. Después de haber pasado la frontera, tuvimos que aguantar más de 10 controles de policía y militares con la finalidad de controlar la inmigración clandestina de Colombia. Lo que nos sorprendió es que solamente una persona bajó del bus para que su pasaporte sea sellado, todos los demás colombianos se quedaron en el bus. Pensamos que ellos no tenían necesidad como se trata de países vecinos. ¡Pues no! Lo que siguió después fue algo nuevo. Nuevo desde el punto de vista de la corrupción. A cada control, teníamos que presentar nuestros pasaportes, y cuando les tocaba a los colombianos, no hubo ni uno que tuviera sus papeles en regla. En un momento más o menos discreto, el chofer del bus entregaba una propina al funcionario corrupto. En 10 controles, 6 autoridades recibieron dinero para pasar por alto la inmigración ilegal de ciertos colombianos. Nos enteramos al final del viaje que su pasaje les había costado tres veces más que el nuestro. ¡La propina obliga!

Para nosotros que estábamos en regla, fue más que todo desagradable puesto que al final los controles eran “pura pantalla”. Lo peor fue cuando un policía nos hizo bajar del bus para un control mientras caía la noche. En un calor tropical e insoportable todas las personas fuimos atacadas y “devoradas” por los jejenes (mosquitos) los cuales procuran horrorosas e insoportables picaduras durante más de dos días.

Después de este lamentable hecho, volvamos al tema de la ascensión a 4763 m. Esta proeza es posible gracias al teleférico que conecta la ciudad de Mérida con el pico “Espejo”. El espectáculo es sorprendente, se sienten sensaciones indescriptibles, un vientillo que te silba y te congela las orejas. A esta altura, el oxigeno se vuelve escaso te quema la traquea. Uno se siente vivo.

De Mérida nos fuimos para Caracas donde nos esperaba nuestro primer anfitrión del club Internet “Hospitalityclub” (www.hospitalityclub.org) Panorama desde la cima a 4763 m. Se puede distinguir la ciudad de Mérida a unos 3124 m. mas abajo.

Vendedora de jugo de naranja fresca en la “Calle Bolivar”