Trinidad la colonial y sus escenas de vida pintorescas

Pequeña anécdota:

Había dos bicicletas en la sala de la casa familiar donde nos hospedábamos. Pregunté al abuelo de la casa de qué año eran, venían de China. El señor me respondió que después de la caída del muro de Berlín la Unión Soviética no pudo continuar a respaldar financieramente al régimen cubano. Los cubanos se hallaron en ese entonces sin recursos y en una situación precaria. Por esta razón, no pudieron más garantizar los transportes de personal hacia las fábricas de caña de azúcar, puesto que no tenían recursos para comprar el petróleo necesario, entonces decidieron comprar bicicletas en China. Desde ahí, los trabajadores que habitaban a menos de 2 kilómetros tuvieron que trasladarse a pie y los otros lo hicieron en bicicleta. Esto con la finalidad de sobrevivir. Jubilado en Trinidad