Carta para Fidel

Primer plano: Centro de la habana

Segundo plano: Hotel para turistas en la Habana. ¡Que tal contraste!

Viejo hombre en Trinidad Querido Fidel:

Cómo no sentir una gran admiración por usted cuando se recorre la historia de su revolución. Haber liberado Cuba de la dominación norteamericana y devuelto la dignidad a los esclavos de origen africano es honorable. Además, haber implantado y garantizado la educación, la salud, el seguro social y la seguridad, hacen de Cuba, el único país pobre con una población educada y con alta tasa de longevidad. Esto lo diferencia de los otros países comunistas. Es un gran logro ¡Bravo!

¿Pero como no sentir cierta indignación cuando se viaja en un país en el cual usted reina como déspota desde hace más 46 años? Por supuesto, usted es reelegido cada 5 años… ¡cosa fácil cuando el único adversario es su sombra!

No quiero tomar partido ni “por” ni “contra” pero simplemente referirme a lo que pude constatar durante mi estadía en Cuba. Pienso que no vale la pena de acumular las mil hipótesis ya existentes referentes al régimen, para finalmente terminar haciendo especulaciones injustas. Por lo tanto voy a dar a conocer mi propia opinión.

Desde la caída del muro de Berlín, se tuvo que reconocer que el comunismo en sí, no funciona. Esto, por la simple razón que el hombre no es un duplicado de Adán y Eva, sino un ser único e incomparable. Se dice que el mundo es gobernado por la economía, pienso que es falso, el mundo es gobernado por Hombres de los cuales muchos no poseen la grandeza humana del Che. Volvamos al tema de la caída del muro y la nueva carta económica que Cuba jugó para salvar su revolución: el turismo. De hecho, es una buena carta, siempre y cuando sea utilizada con astucia. Me explico, el turismo implica visitantes extranjeros que son hombres, por lo tanto se crea un intercambio cultural con la población cubana. Es un poco como introducir Satanás en el jardín del Edén, la manzana sería el capitalismo.

El turismo no es un juguete. No es solamente un medio para respaldar financieramente a un gobierno, sino también una labor y una profesión. El turista debe ser tratado con respeto y buen trato, ¡sobre todo cuando éste representa la salvación para una revolución que lleva plomo en las alas! Y este buen trato Cuba no lo tiene. Los servicios garantizados por el Estado son lamentables y dejan mucho que desear. Los funcionarios son antipáticos y se aprovechan de su exclusividad. Mejor dicho: “si no estás contento con el trato que te doy, te puedes ir… de todas maneras no hay elección”. La competencia no existe, el derecho a elegir es restringido. Pienso que esto no va a durar, el turismo está erradicando estas maneras vetustas de trabajar.

La doble economía creada por el turismo es el cáncer de Cuba. ¿Por qué establecer tantas diferencias entre el turista y el cubano? ¿Por qué el turista tiene derecho a la TV cable y a sus numerosas cadenas extranjeras, mientras que el cubano debe contentarse a 4 cadenas televisivas nacionales? ¿Por qué el cubano no tiene derecho de leer la prensa extranjera y está limitado a 2 periódicos nacionales y a la prensa local? La revolución debe respetar la Libertad. Cada cubano debe ser libre de elegir su destino. El Estado debe existir para garantizar el bienestar del pueblo y no para controlar su manera de pensar.

En este momento, el turista no representa más que el dinero, una forma de libertad para el cubano. Es por esta razón que los médicos, economistas, profesores, etc. dejan sus labores para convertirse en patrones de “Casas particulares”. De esta manera tienen la esperanza de ganar 50 veces más que sus salarios mensuales en pleno ejercicio de sus profesiones, volviéndose así los más acomodados de la isla. “La gangrena gana terreno”, es una constatación interesante para el turista pero bastante triste para el entendimiento. El cubano es muy interesado en el dinero. ¿Será esto negativo o será simplemente que él también aspira a ser dueño de su destino?

Es tiempo de dejar de querer tapar el sol con un sólo dedo y de hacer la revolución a la revolución. Se trata de continuar a garantizar el bienestar del pueblo a través de una seguridad social para todos, un sistema educativo eficiente y dar seguridad al ciudadano dejándole la libertad de expresarse de una manera libre, de desarrollarse culturalmente y de ejercer un negocio si le da la gana. Pero sobretodo, dejarlo irse libremente del país si siente la necesidad (como nosotros que nos fuimos de viaje para conocer el mundo). Es hora de dejar a los jóvenes decidir, la edad de la jubilación ha sonado hace tiempo.

En resumen, se puede comparar Cuba a Sri-Lanka por la finura de sus “enganchadores”, a Myanmar por su sistema policial y a Vietnam por su turismo desordenado en donde el viajero es maltratado y estafado sin misericordia. ¡Que vergüenza cuando el viajero es latinoamericano! ¿Dónde está la unidad latinoamericana predicada por el Che? ¿Dónde está “Alba”? ¿Es necesario presentar una carta especial que diga que uno es latino para evitar de ser devorado por los chacales del turismo? ¡Además, piense en la posibilidad que en cada viajero, hay potencialmente un Che Guevara!

Es verdad que hoy en día, hay que luchar contra el Imperialismo norteamericano. De hecho existe, y se hace sentir en el mundo entero vía la política exterior presidida por un puñado de hombres infames y sin valores. Es verdad que el nivel de consumación de los Estados Unidos pone gravemente en riesgo el equilibrio de los recursos naturales de los países dichos “pobres” y debilita nuestro planeta. Además hay que reconocer que el embargo impuesto a Cuba es infundado e inhumano.

¡A buen entendedor, pocas palabras!

P.D.: Nos sorprendió notar que el Franco suizo (CHF) es la mejor moneda para cambiar contra Convertibles (CUC). ¿Quizás Usted tiene una cuenta bancaria en Suiza? No nos sorprendería