Colonia, pintoresca y graciosa

Su nombre completo es Colonia del Sacramento. Es una pequeña ciudad colonial a orillas del Río de la Plata que conserva callejuelas centenarias, monumentos coloniales típicos de arquitectura española y portuguesa.

El encanto de esta ciudad es más vistoso cuando los locales y los turistas argentinos se pasean durante la puesta del sol con sus termos y su mate (infusión de hierbas que se bebe en un recipiente típico de metal o cerámica, que incluye un sorbete metálico integrado a la taza). La típica calle de arquitectura colonial portuguesa Calle de los Suspiros»

Montevideo y su arquitectura, un jardín histórico de estilo

Montevideo, pequeño jardín histórico. El centro de la ciudad está compuesto por espaciosos edificios de estilo barroco, neoclásico, moderno, etc. o sencillamente una mixtura de diferentes estilos.

¿Se puede desear algo mejor que visitar una capital altamente arquitectural en compañía de un arquitecto? Creemos que no. De hecho, deambulamos en Montevideo con Gerardo, un arquitecto que conocimos durante nuestro pasaje en Tulum, México. Gracias Gerardo por tu gentileza.

Montevideo es igualmente la ciudad donde se produjo el primer Mundial de fútbol en 1930. El estadio “Centenario” que encierra un museo y un mirador dominante en toda la cuidad, es un verdadero guardián de la historia del fútbol. Durante la visita del estadio, mientras atraviesas el túnel se puede experimentar el sentimiento que un jugador debe sentir cuando llega al campo de juego. En unos instantes, te sientes sumergido por los gritos de los hinchas y una especie de energía te invade y te transporta más allá de tus fuerzas físicas y mentales… ¡Habrás vivido la magia del fútbol! Empleados de limpieza y recuperación de cartones y papeles en Montevideo

Estadio del Centenario en el cual se produjo en primer Mundial de fútbol

Palacio Salvio, con sus 26 pisos fue en la época de su construcción, el edificio más alto de Sudamérica

Encuentro con Antonio: una bella lección de la vida

De Buenos Aires, fuimos en barco a Uruguay, y para esto, atravesamos el Río de la Plata hasta llegar a la ciudad de Colonia del Sacramento y después Montevideo en bus.

Al igual que en Paraguay y Argentina, los paisajes uruguayos son planicies inmensas de pasto, vacas, vacas y más vacas.

En Montevideo, fuimos recibidos por Antonio quien nos brindó una enseñanza. Antonio tiene todo: una carrera profesional con éxito, un bello departamento, una familia unida y amigos que lo rodean. A pesar de ello, Antonio gusta compartir su experiencia y su logro con los otros, modestamente. Altruista, Antonio está convencido de que esta manera de actuar nos enriquece los unos a los otros. Antonio, Monica y Sylvain en Montevideo

La carne argentina, más que una leyenda, una suculenta realidad

Cada noche, Pierre-Alain nos invitaba (¡gracias una vez más!) a degustar la exquisita carne argentina, la cual saboreábamos con el corazón y el estomago contentos.

Aquellos bifes de lomo fundían como mantequilla en nuestro paladar. Esta carne tierna, jugosa y sin ningún nervio, se corta fácilmente con un ligero gesto del cuchillo, mismo si éste no está bien afilado. Vinos argentinos

Mozo del restaurante La Estancia» mostrándonos las diferentes calidades de carne»

Carlos Gardel, la leyenda viva del tango argentino

Que sea en el barrio de San Telmo durante el mercado del domingo o en el barrio de La Boca, los bailadores de tango nos cautivaron con un simple vistazo y les podemos asegurar que no dejan a nadie insensible.

Representado en todas partes por el ilustre Carlos Gardel ¡El tango es Buenos Aires y Buenos Aires es el tango! Cantante de tango

Una de las numerosas reliquias sobre su tumba en Buenos Aires

Buenos Aires la apasionada, entre tango y cultura europea

En Buenos Aires, pasamos 4 días increíbles en compañía de Pierre-Alain, un ex colega de trabajo de Sylvain. Pierre-Alain volvía a descubrir Buenos Aires 32 años después y nosotros nos creímos por un instante de vuelta en Europa.

Buenos Aires es maravillosa, encanta con su tango y su cultura de mil facetas y por supuesto, sin pasar por alto su famosa carne argentina, ya que después de haber consumido más de un kilo de bife de lomo en 4 días, les podemos garantizar que no es una leyenda, la carne argentina es deliciosa y suculenta.

Durante un domingo, paseamos en el barrio de San Telmo en donde se observan vendedores de antigüedades, artistas ambulantes, fotógrafos y otros artesanos. En aquel domingo, se llevaba a cabo un concurso de disfraces entre los concurrentes, lo cual daba un tono aún más delirante y caluroso a aquellos momentos de euforia de los sentidos. Del mismo modo, admiramos a los apasionados bailarines de tango en el barrio de “La Boca”.

El día anterior, visitamos los cementerios en busca de las célebres tumbas de Carlos Gardel y Evita Perón. Estos monumentales camposantos se dividen en calles y manzanas. Hay tumbas que contienen a más de 30 miembros de una misma familia puesto que el sepulcro posee varios metros de alto o de profundidad. En aquel cementerio, preguntamos en que calle se encontraba la tumba de Evita, a un empleado que regaba el pasto. Este, dejó de lado su manguera y nos guió tranquilamente a través del cementerio contándonos la historia de cada una de las difuntas familias residentes. Su gran sentido del humor estaba a la altura de su simpatía. Esta persona nos enseñó que podemos reír de todo, mismo de los muertos (“frescos” o “secos” como él les llamaba). ¡Al final, todos terminaremos de la misma manera!

Recordaremos también los taxis de color amarillo y negro con sus choferes de espíritu crítico, siempre listos para dar a conocer su opinión sobre temas de actualidad, mismo los más sensibles. Desafortunadamente, aquellos mismos taxis, crean un ambiente increíblemente contaminado y asfixiante en la ciudad. foto tomada por Pierre-Alain

Bailarines de tango en San Telmo

Bar en el barrio «La Boca»»

Visita relámpago en Paraguay

En Paraguay, habremos tenido el tiempo justo para experimentar su mate, su chipa (pastelería al anís) y su carne.

Experimentamos de igual manera la más “sombría” ciudad de Latinoamérica: la Ciudad del Este. Parece que aquí se encuentran el bandidaje, el contrabando y la corrupción absoluta. Imaginen, un puente, una frontera y una calle de 500 metros llena de tiendas, almacenes y vendedores ambulantes de todo aquello de lo que usted siempre ha soñado comprar (electrodomésticos, relojes de lujo, perfumes, DVDs, CDs…) a precios sin concurrencia.

Me sentí tan mareado ante un tal libertinaje de productos de todos los sentidos que traté de encontrar una respuesta razonante para ese torbellino de la consumación. Pero aquí la regla de 10* no funcionó. Oí de todo… ¡Desde lo más absurdo a lo más grotesco! Es como en las guerras, nunca sabremos la verdad, aunque pienso que es mejor así. La única certitud es que el mercado es dirigido por chinos, árabes e hindúes.

Después de la indeterminable Ciudad del Este, atravesamos durante 6 horas el campo (valles y ganado por doquier) de Paraguay, para volver a Argentina.

*La regla de 10 consiste en preguntar a 10 personas la misma cuestión, antes de adoptar una explicación a la pregunta expuesta. Vendedor de chipa (pastel de anís)

Ciudad del Este

La belleza fenomenal de Río de Janeiro… “Si vas a Río, mueres…”

Antiguamente llamada Guanabara. Río de Janeiro se tiene que ver, oler y tocar. Superpoblada, contaminada e indudablemente peligrosa, Río hipnotiza con la suntuosidad de su zona sur, el Pan de azúcar y el Corcovado, sin dejar de lado las míticas playas de Copacabana e Ipanema.

Sin embargo, no tuvimos más que un día soleado en el que aprovechamos del sol de Río. De hecho, los cambios climáticos son mundiales. Para nuestro gran desconcierto, durante nuestra estadía en Río, tuvimos un tiempo nublado y lluvioso, hasta una lluvia torrencial que sembró el caos en la ciudad. Más de 2 horas de viaje en bus para regresar a casa de Kamilah y Regis, mientras que 1 hora es suficiente para llegar desde el centro. Inmediatamente las calles se inundaron arrastrando basura y otros escombros.

Río es también sinónimo de Maracaná, el más grande estadio del mundo (cerrado por rehabilitación) que simboliza la pasión de los brasileros por el fútbol, sin olvidar la Samba y la Caipirinha (bebida alcohólica).

De otro lado, hay que remarcar una cuestión flagrante, los niños callejeros de aproximadamente 10 años a más, dan miedo en Brasil. Te exigen de una manera agresiva y no sabes de lo que son capaces. Algunos de ellos están armados (puesto que libre posesión de armas en Brasil). Nunca habíamos sentido esa intranquilidad en otro país. Para aquellos que quieran darse una idea de la realidad de los niños de “favela”, pueden dar un vistazo a la película “La ciudad de Dios”. Estatua gigante del Cristo redentor (Corcovado) uno de los símbolos de la ciudad

Vista asombrosa sobre Río de Janeiro, aquí sobre el Pan de azúcar y la playa de Botafogo