Puerto Escondido: ¿Cómo ignorar la mejor playa de surfing de México?

Después de haber andado por las calles del mercado de Tlacolula, admirado el más ancho tronco de árbol del mundo en el pueblo de “El Tule” (árbol de más de 2’000 años), decidimos prolongar nuestra permanencia con Sandra y Boris, y fuimos juntos a Puerto Escondido. Hace diez años este pequeño pueblo de pescadores era aún desconocido. Desde entonces su ola que forma un tubo de varios metros durante el periodo de oleaje, es una destinación imprescindible para los tablistas y viajeros con poco dinero.

El lugar era de ensueño, Boris y yo pudimos experimentar la dicha de correr olas entre amigos. A pesar que la marea estaba baja, el océano nos permitió correr algunas olitas, ideal para nosotros que no habíamos practicado hacía mucho tiempo. Y por supuesto, la fuerza de los elementos. La puesta de la luna, seguida de la salida del sol, la brisa del mar y el océano tan inmenso y misterioso. Nos deleitamos.

Por otra parte, Monica y Sandra nos prepararon cada día, platillos deliciosos (tacos, pollo con curry y piña, arroz jardinero) en el albergue de jóvenes en donde nos hospedábamos. Los días pasaron demasiado rápido.

Otra cosa que queríamos decirles, después de mucho tiempo, volvimos a tomar un taxi. Aquí en México, los taxistas son simplemente encantadores (ver noticia del 23 de febrero “Al borde de una crisis de nervios a causa de los taxistas”). El simple hecho de hablar el mismo idioma les fascina, entonces comienzan a contarte su vida durante el tiempo que dura el trayecto. De esta manera hemos aprendido varias cosas sobre la localidad.

Igualmente, Sylvain pudo beneficiarse de los servicios y la experiencia profesional de Sandra y Boris, a través de una sesión de fisioterapia y ejercicios que ayudan a flexibilizar los músculos del cuerpo. Del mismo modo, Sylvain aprovechó del talento de peluquera de Sandra quien emparejó diestramente las puntas maltratadas, resultado de los moños “rasta” que Sylvain se había hecho hacer en Tailandia, cuando tenia el cabello largo.

Así se pasan bellos momentos que nos ofrece nuestro viaje y que nos regala una nueva amistad suiza. Leer también: www.jazzphone.ch/boris (en francés), haga clic sobre México, luego sobre “Le Pipeline Mexicain”, “¡Le Paradis existe!” y “La Punta” Monica y Sylvain en la Playa de Carrizalillo

Sylvain y Boris surfeando el final de una ola en Carrizalillo

Sandra, en plena faena

Boris y Sandra, la dicha absoluta

En el centro: Sylvain y Boris antes de meterse al agua