México, la ciudad de las mil facetas (Continuación)

Desde el centro de México, tomamos un bus para visitar el sitio arqueológico de Teotihuacan que en la antigüedad fue la más grande ciudadela de México y la capital del más grande imperio precolombino. Se puede admirar notablemente la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna.

La pirámide del sol data del año 100 D.C. Es la tercera más grande pirámide del mundo después de Cholula y Kheops en Egipto. Tiene 70 metros de alto y 222 metros de largo. Es interesante subrayar que estas pirámides fueron construidas en honor de sus dioses, los elementos (agua, cielo, tierra, sol, luna,…). El lado oscuro de esta cultura fueron los sacrificios humanos (sobretodo de niños) para asegurar que el sol brillaría al día siguiente. Se sabe pocas cosas sobre esta civilización desaparecida antes de la conquista española. Y hablando de conquista, ¿Sabías que ésta fue establecida en nombre de la “Evangelización cristiana”? Qué hipocresía, mientras que en realidad sirvió para solventar las guerras que hacían estragos en aquel entonces en Europa. Paola Cortés Quintero, vendedora de recuerdos turísticos, en el sitio de Teotihuacan. Con ella compartimos unos instantes de su vida. Conmovedor y siempre instructivo

Punto de vista sobre la Pirámide de la Luna y en segundo plano a la izquierda la Pirámide del Sol

Vendedor ambulante delante de la Pirámide del Sol