La dura realidad indígena actual y la grandeza de su civilización antigua: Palenque

De San Cristóbal de las Casas, tomamos el bus para Palenque. Después de muchas horas de virajes en una ruta dificultosa, hemos podido admirar el paisaje silvestre que ofrecen los llanos de Chiapas. A esto, se agrega un clima húmedo en este comienzo de estación lluviosa. Durante nuestro paseo en el pueblo de Palenque, inmediatamente nos dimos cuenta que nos encontrábamos en un lugar explotado por el turismo, por lo tanto, sin mucho interés para nosotros. Entonces decidimos visitar únicamente el sitio arqueológico de Palenque y marcharnos luego.

Acompañados de un guía local, recorrimos el sitio a lo largo y ancho escuchando las explicaciones no muy perspicaces de nuestro guía. El entorno de la selva ofrecía un espectáculo increíble de los ecos de la fauna. Uno de los aspectos más impresionantes de este sitio, es la cantidad de templos aún escondidos en la selva: más de 1400. Hoy en día, solamente 200 edificaciones han sido escarbadas.

Una vez solos, hemos deambulado en el lugar para impregnarnos de su misteria, ya que si algo resulto de esta visita arqueológica, son los inmensos signos de interrogación que han dejado Los Mayas. Tuvimos la suerte de escalar en el “Templo de las Inscripciones” en el cual se encuentra una tumba a una profundidad de 25 metros al interior de la pirámide. Aquello fue posible gracias a una autorización especial de la parte del director encargado del sitio arqueologico de Palenque.

El sitio estaba relativamente desocupado de turistas, lo cual volvía aún más encantadora y mística la visita. Palacio de Palenque

“Templo de las Inscripciones” (a la izquierda), “El Templo XIII (al centro), “El Templo de la cabeza de muerto” (Templo XII) (a la derecha)