“LA” despedida

Acabamos de pasar el día en familia antes de alzar el vuelo. Eso hace bien. La familia, es todo lo que queda cuando no se tiene más nada. Actualmente, tenemos inclinación a descuidar un poco ese tema. Pasamos momentos intensos antes de partir, cargados de emoción. Cada uno vive su despedida. Cada uno contiene o dirige sus sentimientos de manera distinta. Lo que me gusta de un adiós, es el lado especial, fuera de lo común, fuera de la rutina; que conduce a las personas que participan (aquellas que se van y a aquellas que se quedan) a expresarse de manera diferente, a mencionar por primera vez, temas particulares. ¡Que satisfacción!

El adiós es también ver de manera diferente. El último viaje en tren de Montreux a Ginebra (para tomar el avión) no es el mismo de todos los días. Es interesante, conmovedor, se descubren detalles que permanecían ocultos hasta ahí.

Después, la partida de Ginebra. Es siempre asombroso descubrir el mundo desde el cielo. Los elementos nos regalaron un magnifico amanecer de color naranja. El clima es esplendido, el paisaje soberbio. Nos vamos de Suiza que amamos tanto. Dibujo de nuestro sobrinito Zacharie, de 7 años. Le pedí de dibujar lo que sentía en ese momento, unos minutos antes de nuestra partida. Me gusta la frescura y la espontaneidad de los niños. Un beso para Marine que queremos tanto.