Al contrario de la mayoría de las capitales del mundo entero, Vientiane conserva un lado de serenidad y quietud. Entre monumentos que rinden homenaje al comunismo, la herencia de la colonia francesa y las pagodas budistas, es fácil sentirse cómodo. Parque de Budas en los alrededores de la capital

Pha That Luang, monumento y emblema del país. Esta pagoda representa el budismo y al mismo tiempo la soberanía del país

Vang Vieng es sin duda el lugar más turístico del país. No recomendado para aquellos que no gusten mucho de los angloparlantes (numerosos en este lugar), a menudo tendidos en medio de cojines, colchones y cervezas, mientras miran las últimas producciones hollywoodianas en cada restaurante del poblado.

Sin embargo, no venir a este pueblo, sería también pasar por alto algunas cosas interesantes. Existen cavernas que muestran particularidades sorprendentes y formas sobre piedra creadas por la erosión y el paso de los años (Por ej. dinosaurios de tamaño real), que aún no han sido exploradas. Llegada del bus local a Vang Vieng, se puede ver el tipo de trasporte disponible en Laos: Bus local, vehículos 4×4 y pick-up para las correras cortas. Hay que remarcar que de la misma manera que Myanmar, Laos cuanta con poco transito vehícular, cosa que es agradable. En un trayecto de unas 4 horas vas a cruzar sólamente unos 10 autos más o menos

Pensamos que esta cifra explica muchas cosas entre las cuales el subdesarrollo que se traduce a menudo en condiciones de vida difíciles para los habitantes de Laos (miseria, atraso, etc.). Sobre todo en lo que concierne a las enfermedades puesto que pocas infraestructuras médicas existen. Por ejemplo, los niños no son vacunados contra las enfermedades hoy en día inexistentes en los países desarrollados. Estación de gasolina en la ruta 13 que conecta el norte al sur del país, tristemente célebre por las emboscadas mortales de opositores del gobierno (2 suizos viajando en bicicleta fueron asesinados en el 2002). ¡Nos sorprendió ver que en los buses (un chofer y 2 acompañantes), siempre hay una persona armada de una metralleta!!

En Laos, no es raro ver personas civiles armadas de una Kalachnikov» (metralleta rusa)»

Durante nuestro recorrido, siempre hemos visto afiches con paisajes idílicos, tales como cascadas, montañas o campos verdes y a menudo con una frase de amor o de amistad. Nos preguntábamos si estos lugares existían.

Pues si. Las cascadas de “Kuang Si” salieron de estos afiches o viceversa. Es un lugar sublime y descansado en el cual uno se siente bien. Recomendado a aquellos que sufran de estrés. Cascada de Kuang Si Falls en la región de Luang Prabang

Esta puesta del sol sobre el río Mekong, tomada desde el templo “Phu Si”, situado en el centro de Luang Prabang; habla ella misma del esplendor de este lugar.

Se dice que uno viene aquí por un día y al final se permanece una semana entera. Es verdad: aquí hay espacio, buen gusto, poca circulación, gente pacifica, que más decir… hay que vivirlo.

Al momento de cruzar la frontera, logramos obtener una visa de 14 días para Laos. Atravesaríamos la conocida “Ruta 66” que se refiere al único camino trazado por el 90% de viajeros y turistas.

De hecho, nuestra estadía se limitaba a dos semanas en un país en el cual el 80% de las carreteras no están asfaltadas. Mismo así, este aspecto no fue un obstáculo para viajar de manera local y compartir algunos instantes memorables con su linda gente. Pagoda del Palacio real convertida en museo desde 1975. El rey Savang Vattana fue desterrado por los comunistas en el norte de Laos y nunca más se oyó hablar de él desde ?!?!?

Para extenderse a lo largo del río Mekong del lado tailandés, hasta la frontera con Laos, tomamos una pequeña embarcación. En seguida, llegamos a la ciudad fronteriza de Huay Xai.

Una vez en Laos, descendimos tranquilamente el río Mekong durante 2 días hasta llegar a Luang Prabang. Fue un trayecto maravilloso en el cual admiramos la inexplorada naturaleza de Laos. Aldeanos a lo largo del río Mekong»