Archivo de la categoría: Brasil

Natal, su eterno verano y la hermosa sonrisa de Carol

Después de 36 horas de bus… por fin llegamos a la ciudad de Natal en donde nos esperaba Carol con su enamorado Fabio. Nos vinieron a buscar al Terminal de ómnibus y fuimos juntos a casa de ella. Carol es licenciada en marketing y trabaja como recepcionista en uno de los numerosos hoteles de la ciudad. La vida en Brasil es una lucha cotidiana, no existen muchas fuentes de trabajo para una población considerablemente grande y la educación superior no permite forzosamente de encontrar un empleo adecuado. Carol en una laguna de las dunas de Genipabu

Lençois, entre dunas y lagunas de agua pura y cristalina

Caminamos durante media hora a través de ese bello paisaje antes de llegar a una laguna de peces. Esta estaba todavía llena de agua y de pececillos a pesar de estar en temporada seca. Nos hemos bañado y descansamos por una hora.

Luego retornamos hacia la jeep durante la puesta del sol sobre las dunas. El regreso al pueblo en camioneta fue igualmente bien removido ¡como para hacernos volver a la realidad! Dunas y lagunas… ¡sin comentarios!

Las maravillosas dunas del parque nacional de Lençois Marenhenses

Después de Belem, comenzaríamos nuestros numerosos y largos trayectos en bus a través de Brasil… Comenzamos con un “pequeño” recorrido de Belem a Sao Luís de trece horas de ruta. Una vez en Sao Luís continuamos con 3 horas más de taxi colectivo para llegar a Barreirinhas, un pueblito desde el cual las expediciones salían para las dunas de Lençois Maranhenses.

Al día siguiente, tomamos una camioneta Jeep para ir a las dunas. La parte trasera del vehículo estaba compuesta por asientos al aire libre. Nueve jovencitas del sur de Brasil de unos veintitantos años llenas de alegría y energía nos acompañaban en la jeep. Nos preguntamos por qué las partes metálicas de la camioneta estaban protegidas con un material especial. No pasó mucho tiempo antes que comprendiéramos el por qué. Las muchachas ciertamente habían solicitado el viaje con “emoción” por lo que el recorrido hacia las dunas fue más que sacudido. La jeep circuló a toda máquina sobre la arena fina en un paisaje casi desértico.

Parecía que este viaje removido servía para desconectarnos del mundo existente antes de llegar al paraíso. Mismo si la temporada alta estaba en su final (abril a septiembre), el espectáculo de las dunas de arena blanquísima y fina fue admirable.

Continuación en el siguiente articulo. Las dunas durante el atardecer…

Riqueza cultural, natural e histórica en Belem

Aquí tuvimos nuestras primeras referencias en cuanto a la comprensión de la cultura brasileña. Comprensión de lo que fue la colonización y sus consecuencias nefastas aquí y en el resto del mundo por supuesto. Es así, portugueses, españoles, franceses, ingleses, holandeses e iglesia católica, Uds. son los responsables de los dramas y de la pobreza de nuestra tierra, hay que admitirlo.

Comparado con el resto de países de Sudamérica hispánica, la cultura brasileña se diferencia por un hecho importante: El brasileño no es vergonzoso. El no padece de la vergüenza, timidez y pudor que el latino hispanohablante experimenta a cada instante. El es espontáneo y no le importa lo que puedan decir los otros. Edificios coloniales de estilo portugués. La fachada posee mayólica de origen árabe.

Mercado Ver-o-Peso de Belem

Belem, caliente y húmeda

Llegamos aturdidos debido a la inmensidad de la amazonía. La tierra todavía oculta bastantes secretos. En la amazonía aún se encuentran indígenas que viven según las costumbres de sus ancestros, ciertamente la selva es el último lugar en el cual las condiciones de vida permiten el aislamiento de un grupo de individuos. Desgraciadamente el hombre moderno pone en peligro día tras día esta alternativa de vida.

En Belem nos dimos un tiempo para organizar nuestro viaje en Brasil, a partir de ahí estábamos conectados al resto del país por vía terrestre.

A pesar del calor asfixiante y húmedo (35 grados y un índice alto de humedad que te empapa en 2 minutos), hemos deambulado por la ciudad, entre construcciones coloniales e inmuebles modernos, pasando por sus impresionantes almacenes destinados a la carga y descarga de buques hasta su bien conocido mercado “Ver-o-Peso” rico en productos frescos como frutas, hierbas, legumbres, pescados y carnes.

La Basílica de Nazaret muestra igualmente la grandeza y poder de la “dictadura” católica a través de Latinoamérica. Desde 1723, Belem es la sede de un arzobispado católico.

Para terminar, no pudimos irnos de Belem sin visitar el museo Goeldi en el cual sus colecciones etnológicas y zoológicas de la amazonía tienen una notoriedad mundial. Pudimos admirar notablemente el “Matamatá” ¡una especie de tortuga prehistórica! Bienvenida al estilo brasilero

Inmensidad natural, selva y agua durante 4 días

A mitad de camino, llegando a Santarem, pudimos admirar el encuentro de las aguas de los ríos Tapajos y del Solimoes en el cual navegábamos. Debido al pH y a la diferente temperatura de las aguas, estos ríos no se mezclan, por lo tanto se puede observar perfectamente de un lado el color marrón del río Solimoes y del otro el color azul marino del río Tapajos. Del mismo modo, percibimos los populares delfines rosados de agua dulce.

El barco hizo una parada de 8 horas en Santarem por lo que Sylvain aprovechó para dar una vuelta en Alter do Chao, la playa más bella de la amazonía brasilera. De hecho, es necesario recordar que te encuentras en el borde de un río para no creer que reposas sobre la arena fina e inmaculada del mar. Además, como el río Amazonas es gigantesco no permite distinguir la costa. Esto fortalece la impresión de que estás en el mar. ¡Impresionante! Puesta de sol sobre el Amazonas

Descenso en el “río mar” Amazonas

1600 Km. en el río Amazonas. ¡Colosal! Agua y jungla. Descubrimos el término virgen.

Es la primera vez que atravesamos una superficie tan gigantesca, misteriosa y oculta. Una sensación extraña nos invadió, te sientes inquieto ante la idea de penetrar la inmensidad del Amazonas. Das 4 pasos y miras alrededor de ti y no sabes más por donde viniste ni por donde salir. Es en ese entonces que recuerdas la grandeza de la selva. ¡No podrás salir sólo!

Centenas de riberas nos dieron esta impresión de infinito a través de nuestro periplo, como una especie de laberinto en el cual la salida te lleva a otro lugar infinito: el Océano atlántico! . Familia en el río Amazonas

Puesta de sol sobre el Amazonas

Anécdota sobre la justicia brasilera y los países pobres en general

El palacio de justicia en Manaus demuestra que la ley en los países pobres es pura letra muerta y esto principalmente a causa de la falta de valores en los hombres que gobiernan.

La anécdota es la siguiente: sobre el frontón del palacio de justicia reside la estatua de Themis una de las seis deidades, personificación de la Justicia y de la autoridad divina. Normalmente Themis es representada con los ojos vendados para mostrar su imparcialidad y sujeta los emblemas de la justicia: una balanza equilibrada y una espada.

En este caso, Themis es representada con los ojos no vendados y la balanza inclinada del lado derecho. ¡Qué triste constatación! Simboliza bastante bien la injusticia en Latinoamérica. Palacio de justicia de Manaus