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Navidad mística en la “Isla del sol”

Desde hacía un tiempo, estábamos en estrecha comunicación con Todd y su novia Cristina vía e-mail. Ellos partieron de Canadá en octubre del 2004, cada uno con sus motos, para viajar durante 1 año y medio a través de América del norte y del sur (sur página Web: http://www.sunfirefoto.com).

Sylvain conoció a Todd en Australia en 1997 y pasó una semana memorable en su compañía. Desde ese entonces, siempre mantuvieron contacto por e-mail hasta que finalmente, la casualidad hizo que nos volviéramos a encontrar en la Isla del Sol (Bolivia) para celebrar una Navidad ¡Increíble!

Nos reunimos con Todd, su novia Cristina, 3 canadienses y una holandesa. Alquilamos un bellísimo departamento con varios cuartos y nos instalamos “Como en casa”.

Pasamos Navidad alrededor del fuego de la chimenea, y por supuesto con música y buena comida. Cada uno de nosotros, dio un pequeño discurso de Fraternidad y Amor para ese momento privilegiado, en un ambiente único. Luego llegó el momento del famoso Cohiba (habano Cubano) y del Cubalibre… ¿Cómo celebrar algo tan importante en Latinoamérica sin estos 2 ingredientes??

Al día siguiente adornamos el “Cactus de Navidad” (ya que no había pino) y hasta hubo regalos.

Todd se convirtió en periodista fotógrafo durante el intervalo que nos separó de manera que Sylvain aprovechó para intercambiar un montón de preciosos consejos acerca de la fotografía. De izquierda a derecha: Sylvain, Luke, Chichi, Ellen, Jake, Jessie, Cristina y Todd, delante de nuestro improvisado y sencillo “Árbol de Navidad” (¡un cactus… más que original!)

Quietud sobre el lago Titikaka

El lago Titicaca, Copacabana y la Isla del Sol son como un ensueño.

Colores vivos, cambiantes, calurosos. Permanecemos boquiabiertos ante estos paisajes que nos transmiten paz y tranquilidad. Mismo cualquier alma perturbada encuentra aquí, sosiego y beatitud.

Qué más decir si no es… ¡Vívelo! Agua de un azul vibrante, colinas armoniosas, agricultura ancestral; la Isla del sol es un refugio de paz

Tiwanaku, primera inmersión en la cultura prehispánica de América del sur

Después de La Paz, visitamos Tiwanaku. Una cultura Pre-Inca que fue conquistada por el Imperio Incaico antes de la colonización española. Esta cultura entre otras cosas, nos enseña a vivir en armonía con los elementos. Ellos imploraban al dios Sol para obtener la cosecha suficiente para su población. Los Tiwanaku desarrollaron un conocimiento de la astronomía muy avanzado.

Como todas las civilizaciones prehispánicas, las teorías en cuanto a su verdadera historia son numerosas. La causa: los españoles destruyeron todo para convertirlos al cristianismo. La puerta del sol

Pensamientos de amor para Navidad

¡Hace 497 que dejamos el suelo helvético!

Desde la más alta capital del mundo, con un nombre altamente simbólico: La Paz (Bolivia), te deseamos una

Feliz Navidad y prospero año 2006

Aprovechamos de este privilegiado momento de fraternidad para anunciarte que terminaremos nuestro proyecto « Al encuentro del prójimo – www.chisly.ch » el próximo 11 de febrero, después de 18 meses de peregrinación en nuestro planeta azul.

Deberíamos estar de retorno en Suiza en la próxima primavera.

Carpe diem,

P.D.: por razones supersticiosas, no vamos a decirte el lugar donde vamos a pasar Navidad. ¡Acuérdate del año pasado, nos dio mala suerte!

Victoria del imperialismo en La Paz. El Che, relegado en segundo plano

La universidad de La Paz es bien conocida por sus levantamientos anticapitalistas.

En una de las fachadas que da a la calle, se puede apreciar una significativa representación de la revolución del Che Guevara. Ahora, esta imagen ha sido usurpada de manera flagrante por una publicidad gigante de la marca Coca-Cola. Símbolo bastante revelador de la realidad económica del mundo moderno.

En el cráter de La Paz, reside la capital más alta del mundo

Llegamos a La Paz dos días antes de las elecciones presidenciales acompañados de Maite y Yan. Después de una última cena en un restaurante argentino, nos dijimos “adiós”. Ellos prefirieron partir antes ya que durante las elecciones no solamente todo el mundo está obligado de votar, sino que ningún vehículo está autorizado de circular. La venta de alcohol también es prohibida 3 días antes. Todo esto proporciona al cráter otra cara, es casi posible vivir aquí.

La Paz es una capital muy particular. De un lado su altura (3700 metros) y de otra su desnivelación puesto que entre la parte alta de La Paz y la parte baja, hay más de 1000 metros de desnivelación. Desplazarse en La Paz, te cansa rápido.

En las calles se acumulan mercaderes que venden toda clase de productos, desde plantas medicinales hasta las últimas copias de DVD. Todo esto, en un caos urbano bastante insoportable, como una especie de hormiguero desorganizado. Este modo de vida puede resultar rápidamente inaguantable a aquel que aprecia la calma de las praderas suizas. La Paz ¡impresionante! Es difícil diferenciar la roca de las casas

Entre el Cristo gigante y la pobreza existente, Cochabamba muestra la realidad del cotidiano boliviano

Cochabamba nos mostró la cara pobre de Bolivia. Una ciudad grande, desordenada y caótica. No llamó nuestra atención si no es por sus mendigos (cada 5 metros) viviendo en condiciones inhumanas. Lastimosamente, estas personas son siempre indígenas vestidos tradicionalmente. El lugar de estos mendigos no debería encontrarse sobre la vereda. Lo más triste es que casi siempre se trata de mujeres jóvenes acompañadas de 4 a 5 niños. ¿Cuál será el futuro de esos niños? ciertamente el mismo que el de sus madres.

Para contrastar, visitamos el “Palacio Portales” del riquísimo Simón Patiño, uno de los hombres más ricos del mundo en los años 30. Fundó su fortuna gracias a la explotación de una mina de estaño, muy utilizado en ese tiempo para la fabricación de municiones de guerra. Su palacio fue inspirado de arquitecturas grandiosas existentes. Su construcción duró 12 años. Hoy en día, el palacio ha sido convertido en un espacio cultural al servicio de los habitantes de Cochabamba. El cristo de la Concordia, la imagen más grande del mundo. Observa toda la ciudad y es testigo de la injusticia humana

Esplendor colonial y guardián de tradiciones, Sucre ha sabido conservar su unidad

Expertos en ciudades coloniales latinoamericanas, Sucre gana la medalla de la mejor. De hecho, Sucre posee armonía arquitectural, no se ha dedicado al turismo, por tanto, permanece auténtica y tiene todo el encanto de un pueblito tranquilo. El único reproche que le podríamos hacer, son los cables eléctricos que malogran a menudo la vista sobre las calles y los edificios. En sus alrededores se sitúan numerosas aldeas en donde las personas se visten con trajes tradicionales muy coloridos.

Otra particularidad de Sucre son sus descubrimientos paleontológicos. En los años 90, unos obreros dieron por casualidad, con unas extrañas huellas. Después de investigaciones de muchos científicos, se pudo reconocer que aquellas huellas pertenecían a diferentes tipos de dinosaurios. Desafortunadamente, con la erosión y el paso del tiempo, estas huellas están desapareciendo poco a poco. Imaginar aquellas gigantescas criaturas viviendo en nuestro planeta hace más de 60 millones de años. Hay de que llenar de canas a los científicos más racionales. Vendedor ambulante de artesanía

Sitio donde se observan miles de huellas de dinosaurio de más de 60 millones de años

Un pedacito de camino con nuestros amigos Maite y Yan

No podíamos dejar de ver a Maite y Yan, unos amigos suizos que viajaban por 3 meses en América del sur.

Después de unos cuantos e-mailes y un Chat en MSN, nos encontramos en Uyuni. Ellos viniendo de San Pedro de Atacama en Chile y nosotros de Tupiza en Bolivia.

Estábamos en un cybercafé cuando de repente, Monica oyó una dulce voz conocida, llamarla. Mágico ¿no? Justamente en ese momento Maite y Yan iban a consultar su correo electrónico para ver el mensaje que nosotros les habíamos dejado el día anterior.

Conversamos largamente acerca de nuestras experiencias respectivas y decidimos viajar juntos en Bolivia por un tiempo determinado. Finalmente, pasamos 9 días en su agradable compañía. Maite y Yan en la entrada de la Cooperativa minera “Unificada” en Potosí

Sly, Chi, Maite y Yan delante las huellas de dinosaurios en Sucre

Potosí, testimonio de una historia cruel: Las Minas

Trabajador minero de 48 años en busca de plata (masticando coca)

Patio interior de la bella Casa de la Moneda de Potosí De Uyuni, en compañía de nuestros amigos Maite y Yan, fuimos a Potosí. Ocho horas en un bus que se podría calificar como 4×4 por su facultad de pasar “en todo terreno”. Poco a poco mientras entrábamos a la ciudad, descubrimos el “Cerro Rico” con sus minas de plata, de zinc y de estaño. Nos acomodamos en un bonito albergue colonial situado a dos pasos de la Plaza de armas de Potosí. En Latinoamérica, los comercios casi siempre se agrupan por calle. Nosotros nos encontrábamos en la “Calle de los abogados.

Otro punto importante en Potosí es la altitud ¡4070 metros! Aquí nadie se escapa del “soroche” o mal de altura, sin embargo, nosotros nos encontrábamos hacía más de 2 semanas en alturas similares, por tanto, todo nos fue bien. Mismo si el verano reinaba, a esta altura la temperatura es cruda. No obstante, los adictos de Internet siempre van a encontrar un cybercafé, mismo a esta altura, puesto que éstos abundan en toda América latina. Aquí les llamamos ¡Los cybercafé más altos del planeta!! En resumen: los cybercafé más altos del planeta en el país más pobre de Latinoamérica. Conclusión interesante.

Cuando nos acostumbramos a la altura, por una vez más, nos preguntamos y nos estimulamos para visitar las fúnebres Minas de Potosí. Fúnebres, porque han quitado la vida a más de 8 millones de indígenas en 500 años. Y esto, antiguamente para el crecimiento de la Corona de España y después para enriquecer a algunos propietarios bolivianos corruptos. ¡Es curioso, la corona española nunca fue demandada por genocidio! Es una lástima, no podemos enmendar el pasado, sin embargo, podemos influenciar nuestro futuro y eso es capital.

Reservamos una visita de mina en una de las agencias que trabajan para estas cooperativas mineras. De esta visita, surgieron muchas interrogantes… La experiencia fue más que dolorosa. Dolorosa físicamente y dolorosa para asimilar que todavía cientos de personas trabajan hoy en día en condiciones inhumanas.

He aquí el relato de nuestra visita en las minas.

Todo comenzó en el mercado de mineros, ahí, el guía (supuestamente un minero retirado) nos describió algunos objetos que el minero utiliza aunque la mayor importancia se le da a la dinamita. La finalidad de este juego es comprar material para regalar a los mineros. Bien, jugamos el juego. El problema comenzó cuando Yan perdió su máscara anti-polvo mientras nos dirigíamos hacia el bus. Yan quiso comprarse otra máscara y no queriendo volver a descender hasta la tienda (elegida por el guía) donde la habíamos comprado, fuimos a otra más cercana. En aquella tienda todo estaba simplemente a mitad de precio, mejor dicho ¡hubiésemos podido regalar más material a los mineros yendo a otra tienda! Ahí hubo algo que no nos gustó nada.

Mientras tanto, Monica se comenzó a sentir mal y prefirió renunciar a la visita de las minas, entonces volvió al hotel. Los 3 ni bien llegando al lugar de transformación de minerales y extracción de metal, dije al guía que no estaba de acuerdo con la estafa de los precios, ante lo cual él me garantizó que iba a hacer justicia al final de la visita. Puro bla-bla, no hizo nada. Bueno, visitamos el centro de procesamiento de minerales (en donde trabajan hasta niños de 12 años) y luego fuimos en dirección del Cerro rico y sus centenas de entradas. Vestidos con botas de jebe, de un impermeable y de un casco con linterna frontal, penetramos en la mina de la cooperativa minera “Unificada”.

Primero entras en túneles altos de hasta 2 metros. Algunas veces tienes que correr y protegerte en la zona de escape ya que algunos vagones con 2 o 3 mineros circulan a toda velocidad hacia la salida del túnel. El calor aumenta a medida que avanzas en la mina, el aire se hace cada vez más escaso y se mezcla con la sílice que vuelve el espacio sofocante, sin olvidar que nos encontrábamos a 4300 metros. Luego pasas al segundo nivel en cuclillas. Ahí vimos a un grupo de mineros perforando la roca para luego dinamitarla. Felizmente trabajaban con un perforador equipado de una manguera de agua para evitar el polvo. Les dejamos algunas de las dinamitas y bebidas que compramos en la tienda.

Al final, descendimos al tercer nivel arrastrándonos. El calor y la sílice nos ahogaban en ese nivel. En este lugar, el guía nos llevó hacia un minero que trabaja solo con un pico. Me subí trepando hasta llegar a la cavidad donde se encontraba ese hombre. Solamente pude entrar la mitad de mi cuerpo en la cavidad, era demasiado estrecho. En plena roca, tuve que concentrarme para no entrar en pánico ya que sentía que me asfixiaba. El minero, 48 años y 28 en la mina. Esperanza de vida: 5 años más a causa del polvo de la roca que obstruye los pulmones (muerte por silicosis). El minero trabajaba la roca con su pico en una cavidad en donde no había más lugar que para él. ¡Los derechos humanos todavía tienen chamba! Para salir de allí, tuvimos que dar vuelta atrás, fue duro. Pasamos solamente 2 horas en la mina y ya me sentía mal físicamente, ni siquiera les explico cómo me sentía psicológicamente… Cuando llegamos a la salida, apenas el guía nos dijo “adiós” que ya había entrado de nuevo a la mina con otro grupo de turistas. Nunca sabremos lo que pasó con los precios de la primera tienda, y si el guía recibe una comisión o no? Nos sobraba dinamita y no comprendíamos realmente por qué no se la habíamos dado a un minero antes de salir del túnel, hasta que el acompañante del guía comenzó a prenderla para comenzar una sesión de fotos con la mecha prendida (hasta yo lo hice entupidamente) antes de correr para lanzarla hacia la cuesta desierta de la mina y… BOUM! La explosión en el vació. Algunos ingleses de otros grupos habían guardado más dinamitas y al parecer se divirtieron como loquitos haciendo estallar las cargas.

Más tarde, encontramos diferentes personas que habían vivido esta experiencia de una manera diferente. Estas personas percibieron una especie de atracción turística deplorable. Es verdad que el Cerro rico no es más rentable, por lo tanto ¿Lo estarán convirtiendo en una atracción turística? Definitivamente las condiciones que experimentamos en la “nuestra” mina eran relativamente duras y reales, la duda permanece. Esta experiencia fue conmovedora.

Al día siguiente visitamos la “Casa de la moneda” y un mercadito local tradicional en donde aún se practica el trueque. En este lugar ni se te ocurra tomar fotos a la gente si no quieres ser linchado. Nosotros 4 éramos los únicos visitantes presentes, puesto que el mercadito todavía no se ha convertido en un lugar turístico, felizmente. Por tanto, aprovechamos de este privilegio guardando los recuerdos en nuestros corazones como siempre.