Oaxaca, el principio de un nuevo paradigma de viaje

Después de 10 horas de bus público, nos encontramos con Boris y Sandra (www.jazzphone.ch/boris), una pareja de suizos que igualmente, viajan alrededor del mundo.

Nuestro encuentro fue fruto del azar. De casualidad, nos enteramos que ellos también daban la vuelta al mundo desde diciembre del 2004, y con el tiempo vía Internet, nos dimos cuenta que su recorrido nos iba a llevar al mismo lugar y casi al mismo tiempo. Nos pusimos de acuerdo para darnos una cita. Realmente, casi ni nos conocíamos, pero otra casualidad es que Boris practica paracaidismo en el mismo club que Sylvain en Suiza. Al encontrarnos, nos convencimos que habíamos tomado una excelente decisión, descubrimos tantas cosas en común entre nuestras personalidades y nuestras parejas que no desperdiciamos ni un sólo segundo, en aprovechar del intercambio verbal y fraternal que experimentábamos. Nuestros violines se armonizaron en una exquisita melodía, y para rematar, nos encontramos en México. En efecto, su gente y su cultura contribuyeron a crear la magia suplementaria a aquellos momentos intensos.

En Oaxaca, nuestro viaje tomó una nueva dimensión, aquella que buscábamos desde nuestra partida: La comunicación profunda con el semejante, originario o extranjero. ¿Qué nos queda de las visitas a ruinas o museos, en comparación a los momentos que hemos vivido en los mercados y plazas públicas, platicando con los habitantes y los vendedores ambulantes que la mayor parte del tiempo se trata de niños? Ciertamente ¡Casi nada!

Leer igualmente: www.jazzphone.ch/boris (en francés) haga clic sobre México, luego “Sylvain, Monica et le miroir” Sandra, Boris, Monica y Sylvain bebiendo una “agua fresca” en el mercado de Tlacolula

Joven indígena con su hija

Vendedoras ambulantes indígenas plisando una hamaca

Abuelito ciego tocando y cantando en la calle, acompañado de su nieta