Cusco la ciudad perpetua

Cusco, la Capital del Imperio de los Incas en su tiempo, conserva su encanto ante el paso de los años a pesar de las multitudes de turistas que aquí desembarcan.

Mismo si las personas que encontramos nos describieron un “Cusco sobreexplotado e indigesto”, nuestra estadía fue agradable. Ante estos prejuicios, aprehendimos Cusco con moderación y discreción. Quizás gracias a la temporada baja, Cusco nos pareció encantadora y misteriosa, y con una población agradable y disponible. Por supuesto, hay que evitar caer en trampas para turistas y mas bien dirigirse hacia las buenas personas, sabiendo que abundan los estafadores y enganchadores de clientes. Afortunadamente se les reconoce fácilmente y evitarlos, no es un gran problema.

Cusco es una mixtura de vestigios Inca y arquitectura colonial. Desde tejados rojizos, hasta calles pavimentadas y muros incas, el “Ombligo del mundo” como se le llama, rebosa tesoros arquitecturales y museos ricos en cultura y sabiduría. A algunos pasos de la plaza de armas se aprecian barrios tan pintorescos, auténticos y llenos de vida que hacen sentir la pluralidad de la cultura peruana.

Cusco, sin comienzo ni fin… ¡Volveremos! Gente local en trajes típicos. En segundo plano la Plaza de armas de Cusco